dimecres, 22 de juliol del 2015

La caja de la tortas: @Jordi Luque elcomidista contra los talibanes de la cerveza artesana

    Hay cosas del verano que nunca entenderé: el tener que estar resfriado por culpa de aires acondicionados a toda pastilla, la canción que te meten hasta en la sopa de forma casi obligatoria y la gente que aprovecha para opinar de forma gratuita de temas que ni conoce ni le interesan.
    Hay un artículo de cierto periódico que me ha indignado en sobremanera. Pocas veces he visto un acto propagandístico independiente  a favor de las macro-cervecerías tan descarado. Esa exaltación gratuita del subproducto de cerveza, podría ser tranquilamente la base del nuevo anuncio de cierta cervecera para la próxima Super Bowl. Porque seamos sinceros, generalizamos para hacer ver que sabemos de algo, pero si lanzas un ataque al menos ten los cojones de poner nombres y apellidos.
   Vamos al LÍO. Veamos los argumentos "demoledores" a favor del derecho a beber subproducto de cerveza:

1) Ya no puedes beber una caña tranquilo sin que alguien salte y te la compare con pis de gato: Señor Luque, permita-me que le pida la dirección de ese mundo mágico donde usted habita. A mi también me gustaría vivir en un mundo donde, en cada bar y restaurante, hay alguien que ha tenido la inquietud de ir más allá del subproducto de cerveza y encima es lo suficientemente cabroncete como para pinchar a los que le rodean. Ironía aparte, es infantil quejarse de que se metan con uno por la cerveza que toma. Quiero decir, ojalá todos nuestros problemas fueran así. Si alguien se mete con su caña rebata con argumentos o póngalo en su lista negra, eso ya es decisión suya.


2) Te intentan convertir al mundo de la cerveza artesana cuando tu sabes que es una burbuja gastronómica: Defina cerveza artesana... Realmente me hace gracia como ponemos etiquetas que no significan nada simplemente para poder opinar. ¿Que significa ser artesana? ¿Tener poca producción? ¿Que la elaboren como los vikingos? Para mí, al final me da igual que tengan la última tecnología y/o tengan mucha producción, una cerveza hecha con cariño y profesionalidad es lo que busco. Los cansinos que intentamos convertir a la gente es porque queremos compartir esta pasión que sentimos por este producto, no por joder o molestar. Y sí, en algún momento tendrá que reventar la burbuja y consolidarse el mercado. Muchas cervecerías desaparecerán. Mi esperanza: que se queden muchas de las que tienen detrás gente haciendo cerveza con pasión.

3) La cerveza es un producto raso y gourmetizarla es de locos. Nunca estará a la altura del vino y otros destilados, es simplemente una bebida de iniciación: Defina producto raso, defina gourmetizar... Hay productos que mi abuela consumía por ser baratos y ahora son "gourmet" (intocables por el precio). Seamos sinceros, la cerveza es una bebida con combinaciones infinitas. Llamamos a todo cerveza, pero seamos realistas, de la cerveza "rasa" de iniciación a la más loca de las aberraciones cerveceriles hay un abismo. Son productos diferentes. Ni mejores ni peores, diferentes. ¿Serán capaces, las cervezas más sofisticadas, de quitarles cuota de mercado a los grandes vinos y los destilados? Quien sabe... el tiempo lo dirá. 

4) Los templos de la cerveza tienen una oferta culinaria pobre: Vamos a ver, que seas un apasionado de la cerveza, no implica que seas un cocinero como la copa de un pino. Esto acaba de empezar y poco a poco se van viendo proyectos más y más interesantes. Proyectos donde la cerveza se integra como un valor añadido más del local en vez de ser el epicentro sin más. Esto empezó con sitios que buscaban al cliente que quería experimentar. Pero conforme se vaya creciendo, la gente que hace buena cerveza y la que cocina con cariño, están destinados a encontrarse.

5) Las cervezas lámbicas no están buenas: Estamos a lo de siempre. ¿Son las lámbic cerveza? Técnicamente dicen que sí. Pero bueno, quien las haya probado se habrá dado cuenta que son un mundo aparte. A mí personalmente no me gustan. Y cuando digo que no me gustan, me refiero a que las odio profundamente. Esto me produce mucha pena, porque tengo amigos que les encantan y me gustaría no poner cara de asco cada vez que pruebo una. El sentido del gusto, al igual que los otros, no es igual para todos. Yo soy miope, no tolero las colonias fuertes y no me gustan las lámbic. Es lo que hay. Pero ojalá no tuviera que llevar lentillas para hacer deporte y pudiera compartir la pasión por las lámbic con mis amigos.

6) Grito de guerra !Dejad a la cañita en paz!: Hemos pasado décadas viviendo bajo la dictadura de las macro-cervecerías. Décadas donde se rebajaba paulatinamente la calidad del producto y se nos vendía buen rollito y felicidad. Ahora que finalmente el movimiento ha cogido fuerza, estas tienen miedo de que les quiten un poquitin des sus pingues beneficios y han decidido empezar una guerra. Sus presupuestos son enormes, pero el subproducto de cerveza que venden sigue siendo pis de gato.  Mientras, hay mucha gente, que ha apostado por intentar ganarse la vida con un producto en el que cree. Usted puede seguir bebiendo su cañita en paz, pero haga el favor de respetar a todas esas pequeñas y medianas empresas que con ilusión y pasión intentan ganarle alguna batalla a ese Goliat que son las macro-cervecerías.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada